Sin embargo, el club comenzó a sufrir dificultades financieras y para la temporada 2002-03 había vendido a sus mejores jugadores. F. C. Barcelona en el verano de 2004 tras ver el jugador un mayor interés de estos en sus cualidades que el club madrileño. Aunque subió pronto al primer equipo, nunca tuvo minutos en los que demostrar su potencial empezando un carrusel de cesiones por distintos clubes españoles que tampoco terminaron de confiar en su potencial hasta recalar en el Real Club Deportivo Mallorca, club con el que se convirtió en un destacado delantero.