“La verdad es que el entrenador tiene una gran confianza en él”, explican desde la ciudad deportiva. ‘¿Es verdad o no? Si Leo Messi se mantiene en cabeza en esta particular competición, sumaría su cuarto Pichichi seguido y el séptimo en total que ha ganado en su carrera deportiva. A veces me preguntó cómo será ese momento en el que te ves obligado a abandonar tu casa a la carrera porque algún fenómeno inesperado amenaza con sepultarte en ella. Hace unos años, mientras yo jugaba al baloncesto con amigos y mi padre montaba puzles de dominó en el bar, mamá contrató los servicios de una carroceta, cuatro brazos al jornal, y vació media casa bajo el lema “así no se puede vivir”, que es otra frase muy de portada. Fue titular tres veces, marcó en su estreno, hizo goles en casa y también de visitante (al Athletic) y ahora al conjunto catalán. Por eso me parece importante elaborar una lista con esas dos o tres cosas que necesitarás arrimar al pecho cuando solo te queden los recuerdos. También «la trayectoria propia del FC Barcelona y la credibilidad y experiencia de un equipo directivo que actúa con prudencia en el terreno deportivo».

Madrid Femenino – FC Barcelona en directo». ↑ a b Web oficial del Real Madrid (ed.). ↑ Futur Espanyol (ed.). ↑ Hernández, Alfonso (10 de julio de 2003). «David Villa ya viste los colores el Zaragoza». La nueva camiseta, en un número limitado de unidades, ya se puede comprar desde este 31 de julio y, hasta el 5 de agosto, se podrá adquirir de forma exclusiva en las Barsa Store. Esta nueva tercera camiseta es entera rosa, con los bordes del cuello y de las mangas en azul y negro, y con el escudo también en esos colores. Evidentemente no se abandona el azulgrana, pero sí se modifica, ya que se incluye una tercera barra en un azul más oscuro que ofrece una nota de color algo diferente. Abascal hizo referencia a la problemática de acoger a personas que entran de forma irregular en nuestro país. La relación entre el país de los tulipanes y el club azulgrana viene de lejos, desde Johan Cruyff, el primero y el que terminaría de dejar su sello como entrenador, hasta el espigado atacante que tanto está sufriendo porque le ficharon como hombre de área, como hombre-gol, y no le está saliendo. La segunda equipación vuelve al negro y mantiene el azul celeste como color complementario.

La publicidad de Rakuten y el logo de Nike serán de color amarillo, mismo tono presumiblemente que la serigrafía de la parte posterior. En ocasiones, el apocalipsis puede ser una madre dispuesta a hacer limpieza: no es necesario que ardan los montes o que un satélite ruso amenace con caer sobre el tejado de tu casa. Ese sábado lo fui a ver a su casa. Tenía partido de Champions ese día. Pero lo que nadie te devolverá -ni podrá pagarte con dinero- es aquella manta en la que te cobijas los días de lluvia, la única fotografía en brazos de tu abuelo, la corteza de eucalipto en la que grabaste un corazón con dos nombres para después separarla violentamente del tronco el día que ella te dejó por un surfista australiano, la armónica del amigo fallecido o tu primera camiseta del Barça. Son cosas que, en un mercadillo, no pasarían de unos cuantos euros por puro compromiso mercantil pero que atesoran un valor incalculable para quien los pierde: es como borrar de un plumazo los vínculos contigo mismo. No sabía que llevaba en sus entrañas, pero enseguida tuve el presentimiento de que mamá me había resquebrajado la vida, tan capaz de haber mandado tirar mi adorado taco de billar como a mi padre: al final fue el taco de billar, quiero creer que por fortuna.

También de que me había enseñado a jugar mi abuelo Otilio, que se murió antes de poder contemplar su obra, y cuando intentaba impresionar a alguna chica -antes de despejar la cama de peluches para hacernos los mayores con bastante ingenuidad, por cierto- estiraba el brazo y sacaba aquel taco de su funda de cuadros escoceses, la montaba con cuidado artesanal, y me dejaba admirar como si acabase de matar a un dinosaurio con mis propias manos: todo eso me arrebató mi madre con un gesto tan inocuo como el de hacer limpieza. A los siete años, yo era un niño prodigio del billar y el taco era mi única prueba de que todo aquello había sucedido, de que derroté a una serie de señores mayores que habían pulido su técnica en prostíbulos de mala muerte y me alcé con el codiciado premio. El susto no se lo quita nadie a quienes salieron de sus casas como alma que lleva el diablo tras el aviso de emergencia.

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