Las jugadoras, sin embargo, fueron respaldadas por la afición, sobre todo la capitana, Irene Paredes, cuyo nombre se coreó antes del inicio del partido cuando se confirmó que comenzaría el encuentro en el once titular y tras anotar el segundo tanto de España con un cabezazo imperial. En 2008, vuelve a jugar con la selección inglesa, entrenada por Fabio Capello, desde ese momento se especula con su vuelta a Europa con el objetivo de prepararse para jugar el Mundial de 2010. El 22 de octubre se confirmó que jugaría hasta el final de temporada en el Milan cedido por Los Angeles Galaxy.